Mano Penalva (Bahía, BR, 1987) es un artista que recorre las calles. Su estudio, en la región central de São Paulo, es el laboratorio que le permite fusionar y reorganizar cosas y declaraciones que nunca antes se habían puesto en diálogo, y es precisamente en el espacio entre el estudio y el mundo donde reside el corazón de su producción. Un viaje en taxi puede ser el detonante de una nueva serie, al igual que una visita al mercado popular, una conversación con un vendedor ambulante, o una mirada más atenta a los empaques o los basureros. Caminar es su forma de escuchar lo que los materiales tienen que decir. Regresar al estudio es su manera de hacerlos hablar.
Las piezas de la serie Cama de Gato (2022 - 2023) el artista dialoga principalmente con las cuentas de madera que cubren, en diversas composiciones, los asientos de los autos conducidos por choferes profesionales en Brasil y en varias partes del mundo. Las cuentas con las que ahora nos encontramos en Dibujo 1 Cama de Gato (2022), nos recuerdan aquel remedio popular cuyo origen es imposible de vislumbrar gracias a su universalidad. Las cuentas asumen nuevas configuraciones, en interacción con telas usadas para tapizar autos de diferentes estilos, marcando un nuevo momento en el trabajo del artista, como en Eclipse I e II (2023), Dunes (2023) y Berimbau (2023). Además del primer contraste entre el aspecto artesanal y duro de la madera y el carácter sintético y suave de las telas, Penalva explora composiciones de contorno gráfico y una geometría lírica acentuada.
Son bolsas de rafia las que se vuelven las protagonistas en las piezas que se muestran de la serie Origem (2016-en proceso). Tan geométricas como campos agrícolas vistos desde arriba, con bloques aislados de color, equivalentes a las áreas cultivadas. El mar de monocultivos que no parecen terminar, obviando que esta sea la manera más nociva para la tierra que la sustenta.
Por último, Abaeté se presenta como un conjunto de obras en las que Mano Penalva atraviesa paisajes y arquitecturas a partir de su investigación continua sobre materiales.
Mano Penalva (Bahía, BR, 1987) es un artista que recorre las calles. Su estudio, en la región central de São Paulo, es el laboratorio que le permite fusionar y reorganizar cosas y declaraciones que nunca antes se habían puesto en diálogo, y es precisamente en el espacio entre el estudio y el mundo donde reside el corazón de su producción. Un viaje en taxi puede ser el detonante de una nueva serie, al igual que una visita al mercado popular, una conversación con un vendedor ambulante, o una mirada más atenta a los empaques o los basureros. Caminar es su forma de escuchar lo que los materiales tienen que decir. Regresar al estudio es su manera de hacerlos hablar.
Las piezas de la serie Cama de Gato (2022 - 2023) el artista dialoga principalmente con las cuentas de madera que cubren, en diversas composiciones, los asientos de los autos conducidos por choferes profesionales en Brasil y en varias partes del mundo. Las cuentas con las que ahora nos encontramos en Dibujo 1 Cama de Gato (2022), nos recuerdan aquel remedio popular cuyo origen es imposible de vislumbrar gracias a su universalidad. Las cuentas asumen nuevas configuraciones, en interacción con telas usadas para tapizar autos de diferentes estilos, marcando un nuevo momento en el trabajo del artista, como en Eclipse I e II (2023), Dunes (2023) y Berimbau (2023). Además del primer contraste entre el aspecto artesanal y duro de la madera y el carácter sintético y suave de las telas, Penalva explora composiciones de contorno gráfico y una geometría lírica acentuada.
Son bolsas de rafia las que se vuelven las protagonistas en las piezas que se muestran de la serie Origem (2016-en proceso). Tan geométricas como campos agrícolas vistos desde arriba, con bloques aislados de color, equivalentes a las áreas cultivadas. El mar de monocultivos que no parecen terminar, obviando que esta sea la manera más nociva para la tierra que la sustenta.
Por último, Abaeté se presenta como un conjunto de obras en las que Mano Penalva atraviesa paisajes y arquitecturas a partir de su investigación continua sobre materiales.
Le arranqué las cadenas del cuello,
prendí fuego a baldíos,
bañé a gatos con jabón en polvo,
escribo sin ver las teclas,
pienso cosas que no pasarán nunca,
como un juego,
por ejemplo, si tú dices: ¡Te prendí fuego!
y luego dices: No quiero apagarlo.
Quiero pagar por eso.
Acaricié a perrita y a perrito,
y todo el tiempo pensé,
que eso era lo más cercano
a Dios,
el Dios que me gusta pensar, quiero decir.
Cuando acaricio a los animales,
si es que existe un Dios,
es lo más que puedo hacer
por ese Dios.
Como en Moby Dick,
tiene que ver con los bebés,
pero no sé si tú sientes eso.
De verdad,
es como regresar a un lugar
que siempre ha estado ahí.
Me saco las pestañas,
¿lo viste o no?
y todo lo que digo
es cierto,
es verdad,
no es invento.
¿Te acuerdas del tiempo,
allá por la secundaria,
que daba esperanza?,
“te va a decir que sí.”
O calentura…
¿No te pasó alguna vez de niño,
que dijiste: `Ya lo entendí todo’?
Y sólo se te da,
se te da,
y cada vez me pasa menos.
Tengo una idea,
tal vez muy tonta, pero…
Tú estás aquí y puedes alcanzar a ver hasta aquí,
¿realmente existe el otro lado del mundo?,
o la realidad se construye a partir de ti,
pinches artistas,
hablé de Tiresias y no me escucharon.
Un Caravaggio es pura sombra
cuando apago la luz.
Quiero ser un mueble.
Mano Penalva (Bahía, BR, 1987) es un artista que recorre las calles. Su estudio, en la región central de São Paulo, es el laboratorio que le permite fusionar y reorganizar cosas y declaraciones que nunca antes se habían puesto en diálogo, y es precisamente en el espacio entre el estudio y el mundo donde reside el corazón de su producción. Un viaje en taxi puede ser el detonante de una nueva serie, al igual que una visita al mercado popular, una conversación con un vendedor ambulante, o una mirada más atenta a los empaques o los basureros. Caminar es su forma de escuchar lo que los materiales tienen que decir. Regresar al estudio es su manera de hacerlos hablar.
Las piezas de la serie Cama de Gato (2022 - 2023) el artista dialoga principalmente con las cuentas de madera que cubren, en diversas composiciones, los asientos de los autos conducidos por choferes profesionales en Brasil y en varias partes del mundo. Las cuentas con las que ahora nos encontramos en Dibujo 1 Cama de Gato (2022), nos recuerdan aquel remedio popular cuyo origen es imposible de vislumbrar gracias a su universalidad. Las cuentas asumen nuevas configuraciones, en interacción con telas usadas para tapizar autos de diferentes estilos, marcando un nuevo momento en el trabajo del artista, como en Eclipse I e II (2023), Dunes (2023) y Berimbau (2023). Además del primer contraste entre el aspecto artesanal y duro de la madera y el carácter sintético y suave de las telas, Penalva explora composiciones de contorno gráfico y una geometría lírica acentuada.
Son bolsas de rafia las que se vuelven las protagonistas en las piezas que se muestran de la serie Origem (2016-en proceso). Tan geométricas como campos agrícolas vistos desde arriba, con bloques aislados de color, equivalentes a las áreas cultivadas. El mar de monocultivos que no parecen terminar, obviando que esta sea la manera más nociva para la tierra que la sustenta.
Por último, Abaeté se presenta como un conjunto de obras en las que Mano Penalva atraviesa paisajes y arquitecturas a partir de su investigación continua sobre materiales.
Le arranqué las cadenas del cuello,
prendí fuego a baldíos,
bañé a gatos con jabón en polvo,
escribo sin ver las teclas,
pienso cosas que no pasarán nunca,
como un juego,
por ejemplo, si tú dices: ¡Te prendí fuego!
y luego dices: No quiero apagarlo.
Quiero pagar por eso.
Acaricié a perrita y a perrito,
y todo el tiempo pensé,
que eso era lo más cercano
a Dios,
el Dios que me gusta pensar, quiero decir.
Cuando acaricio a los animales,
si es que existe un Dios,
es lo más que puedo hacer
por ese Dios.
Como en Moby Dick,
tiene que ver con los bebés,
pero no sé si tú sientes eso.
De verdad,
es como regresar a un lugar
que siempre ha estado ahí.
Me saco las pestañas,
¿lo viste o no?
y todo lo que digo
es cierto,
es verdad,
no es invento.
¿Te acuerdas del tiempo,
allá por la secundaria,
que daba esperanza?,
“te va a decir que sí.”
O calentura…
¿No te pasó alguna vez de niño,
que dijiste: `Ya lo entendí todo’?
Y sólo se te da,
se te da,
y cada vez me pasa menos.
Tengo una idea,
tal vez muy tonta, pero…
Tú estás aquí y puedes alcanzar a ver hasta aquí,
¿realmente existe el otro lado del mundo?,
o la realidad se construye a partir de ti,
pinches artistas,
hablé de Tiresias y no me escucharon.
Un Caravaggio es pura sombra
cuando apago la luz.
Quiero ser un mueble.